La industria naval es un sector estratégico para el fortalecimiento industrial y la generación de empleo, tanto por su contribución directa a la economía como por ser un pilar fundamental para el desarrollo de otras actividades como el transporte de mercancías, el aprovechamiento de recursos de origen marino o el turismo. Además, tiene un papel clave en la economía española debido a que nuestro comercio internacional está muy ligado al transporte marítimo.
Este sector tiene una gran capacidad tractora, agrupa actividades de construcción, transformación y reparación de buques, un sector en el que España ha adquirido una alta especialización tecnológica en la fabricación de unidades de alto valor añadido, así como en la industria auxiliar complementaria que da soporte a todas las anteriores. En este sentido contribuye a dinamiza la actividad de las distintas ramas industriales que intervienen en su cadena de valor.
El reto fundamental de este PERTE es diversificar el sector naval hacia nuevos productos, su digitalización, la mejora de su sostenibilidad medioambiental y la capacitación de sus empleados. Busca llegar al conjunto de la cadena de valor del sector, dando apoyo a los participantes en cada una las fases desde el personal investigador y el mundo académico hasta los proveedores y prestadores de servicios en un ecosistema empresarial en el que tiene cabida desde empresas emergentes (start-up), pymes y grandes compañías. Se trata de poner en marcha una serie de medidas para mantener la competitividad a medio y largo plazo en un mercado fuertemente globalizado y cambiante.
Para cumplir con estos objetivos está prevista una inversión total de 1.460 millones de euros, con una contribución pública de 310 millones de euros y 1.150 millones de inversión privada. Se pondrá en marcha una línea de inversiones para la modernización y la diversificación del sector y otra dedicada a las tecnologías de aplicación en el ámbito naval. Por otra parte, se concederán ayudas en materia de investigación y desarrollo e innovación.
Se calcula que este PERTE contribuirá a la modernización del sector, incrementando su competitividad alrededor de un 15% y se conseguirá una tasa de crecimiento anual del 9% para el sector. En el ámbito laboral, se espera que contribuya a la creación de 3.100 puestos de trabajo de calidad, principalmente en regiones periféricas.
Más información sobre su aprobación el 15 de marzo de 2022 aquí.