Han pasado ya 30 días desde que DANA azotara la Comunidad Valenciana, dejando a su paso una devastadora estela de destrucción. Las lluvias torrenciales inundaron localidades enteras, desbordaron ríos y arrasaron infraestructuras, afectando gravemente a miles de familias que, en cuestión de horas, vieron cómo sus vidas quedaban sumergidas bajo el agua.
Desde el primer instante en que se activaron los protocolos de emergencia, las Fuerzas Armadas (FAS) estuvieron en el terreno, trabajando codo a codo con los vecinos y las autoridades locales. Hoy, un mes después, el compromiso de las FAS sigue firme: «Nos desplegamos para ayudar desde el primer momento, seguimos a vuestro lado y seguiremos el tiempo que sea necesario», afirman fuentes militares.
El despliegue de las Fuerzas Armadas fue inmediato. El Ejército de Tierra, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Armada Española fueron activados para participar en labores de rescate y apoyo logístico.
Los helicópteros de las FAS realizaron más de 50 rescates en las primeras 72 horas, transportando a personas desde lugares inaccesibles hacia áreas seguras. Los equipos terrestres, por su parte, utilizaron vehículos anfibios y maquinaria pesada para abrir caminos, despejar escombros y restablecer las comunicaciones.
Ayuda humanitaria y reconstrucción
Más allá de las labores de rescate, las FAS jugaron un papel fundamental en la distribución de ayuda humanitaria. Decenas de camiones cargados con alimentos, agua potable, ropa y medicinas llegaron a los centros de distribución establecidos en las localidades afectadas. Los militares también montaron hospitales de campaña y sistemas de potabilización de agua para suplir las necesidades básicas de los damnificados.
«No solo traíamos suministros, también palabras de aliento. La gente nos agradecía con lágrimas en los ojos, y eso te da fuerzas para seguir adelante».
Un mes después: el compromiso de las Fuerzas Armadas se mantiene
Aunque las aguas han retrocedido y la vida comienza a recuperar cierta normalidad, las secuelas de la DANA todavía son visibles. Muchas familias siguen sin poder regresar a sus hogares, y la reconstrucción de infraestructuras avanza lentamente. En este contexto, las Fuerzas Armadas continúan trabajando en el terreno.
Ingenieros militares están colaborando en la reparación de puentes y carreteras, mientras que la UME apoya en la limpieza de zonas afectadas y en la gestión de residuos generados por la catástrofe.