Los países de la Unión Europea (UE) aprobaron este jueves que los Gobiernos puedan redirigir fondos de cohesión a otras prioridades como defensa y seguridad, vivienda asequible, gestión del agua o eficiencia energética, así como incentivos para los que opten por usar esta flexibilidad.

La UE ha aprovechado la revisión a medio plazo de la política de Cohesión, que asigna la «reserva de flexibilidad» equivalente al 50 % de la dotación de todos los fondos para 2026 y 2027, para introducir nuevas prioridades derivadas de los «retos geopolíticos y económicos actuales», según explicó el Consejo en un comunicado.

Lo hará, en concreto, modificando las normas del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), el Fondo de Cohesión, el Fondo de Transición Justa (FTJ) y el Fondo Social Europeo (FSE+), que cuentan en conjunto con una dotación de 392.600 millones de euros para todo el periodo presupuestario 2021-2027.

Las nuevas prioridades

Esto permitirá a los países utilizar parte de este dinero para «nuevas prioridades», en particular, defensa y seguridad; vivienda asequible, incluida la vivienda social; competitividad y descarbonización; acceso al agua, gestión sostenible del agua y resiliencia hídrica; transición energética; y a los «desafíos que afrontan las regiones fronterizas del Este» de la UE.

Además, introducen incentivos para los países que dirijan esa «reserva de flexiblidad» hacia estas prioridades, en concreto elevando el ratio de financiación que aporta la UE a los proyectos hasta el 100 % y aumentando la cuantía que pueden recibir como adelanto.

En caso de que los programas dediquen al menos el 15 % de su asignación a algunas de estas prioridades, los países podrán recibir un pago adelantado adicional como «bonus» y ampliar el periodo para usar los fondos en un año, hasta el 31 de diciembre de 2030.

Aunque los cambios permitirán destinar fondos a programas de diversa índole, la propuesta de la Comisión Europea llegó al hilo de su plan Rearmar Europa, presentado en marzo pasado para aumentar exponencialmente la inversión en defensa de la UE ante el menor papel que quiere jugar la nueva administración estadounidense en la guerra de Ucrania.

Además de los dos grandes pilares del mismo – el fondo SAFE de 150.000 millones para compras militares conjuntas y la flexibilidad en las reglas fiscales con las que prevé movilizar 650.000 millones en cuatro años- la Comisión puso sobre la mesa esta flexibilización de los fondos de cohesión, normalmente destinados a reducir las divergencias sociales y económicas entre los Veintisiete.

Las nuevas reglas, que ya recibieron el visto bueno de la Eurocámara por amplia mayoría la semana pasada, se publicarán ahora en el boletín oficial de la UE y entrarán en vigor al día siguiente.

FUENTE: AGENCIA EFE

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