La compañía Escribano Mechanical and Engineering especializada en los mercados de Aeronáutico y de Defensa, lidera el proyecto de producción de ventiladores pulmonares del Ministerio de Industria.
El respirador pulmonar es ahora la máquina por la que pugnan decenas de países y Escribano se ha unido a su producción, adaptando su maquinaria de fabricación de armamento para replicar los componentes de éstos. Existe el problema de que cada uno se compone de unas 50 piezas que solo se fabrican en el extranjero, hasta en más de diez países diferentes. Por este motivo y por todas las restricciones que existen para volar, es muy complicado conseguirlos.
El respirador por el que ha apostado España se llama VITAE 40 y es comercializado por la pequeña empresa familiar Hersill S.L. Se trata del mayor fabricante nacional de respiradores pulmonares. En cuestión de unos pocos días, esta empresa ahora es un pilar de la economía nacional y de decenas de empresas españolas. Escribano es clave también porque aporta lo necesario para lograr una mayor producción hasta el objetivo que ha marcado el Gobierno: 5.000 respiradores nuevos disponibles en menos de ocho semanas. Gracias a esto se podrá liberar la carga sobre las UCI para también ser más flexibles con las medidas del confinamiento.
Escribano fabrica la parte mecánica de los respiradores que más tarde se ensamblan en Hersill. Según ellos, si todo sale bien, España se podrá autoabastecer antes de junio. El riesgo que podría hacer que la operación no funcionara sería que alguna de las piezas que solo se pueden obtener fuera de España faltara.
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