En el ámbito del Ministerio de Defensa se pretende conseguir una adecuada transformación digital que permita a las Fuerzas Armadas gestionar y distribuir convenientemente la información, así como mejorar la eficacia y agilidad interna. Los procesos de trabajo sistematizarán y normalizarán la actividad de las Fuerzas Armadas, favoreciendo la calidad, la eliminación de duplicidades, la agilidad, el análisis integral y el ahorro de tiempo y personal.
Dentro del ámbito organizativo propiamente dicho, se refuerza al Estado Mayor Conjunto para configurarlo como principal órgano de apoyo y asesoramiento del jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD). A tal efecto, las unidades y jefaturas de carácter conjunto o unificado, que antes se enmarcaban en la Jefatura de Apoyo para la Acción Conjunta, quedan en este real decreto encuadradas directamente en el Estado Mayor Conjunto.
También se considera necesario reforzar la capacidad de actuación de las Fuerzas Armadas en el ámbito ciberespacial, para ello se crea el Mando Conjunto del Ciberespacio, con el objeto de garantizar la necesaria libertad de acción en dicho ámbito. En el ámbito organizativo de los Ejércitos y de la Armada, se establece una organización básica homogénea, pero también más ágil, ya que permite un alto grado de flexibilidad, necesario para garantizar la eficacia y economía de medios.