Fuente: Infodefensa
«El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad», Víctor Hugo.
La economía española como la de la mayoría de los países se va a ver afectada con motivo de la pandemia provocada por el Covid-19, por una crisis profunda que puede ponernos en una situación peor a la llamada gran depresión española de 2008. Bien es verdad que uno de los mayores problemas de aquella crisis fue no tomar decisiones adecuada para resolver la misma, dado que no se reconocía la existencia de la «crisis».
Por lo tanto, una vez reconocida la existencia de la crisis económica en la que estamos sumergidos, lo importante será tomar las medidas adecuadas para salir de la misma. En la pasada crisis financiera fuimos capaces de articular soluciones intermedias y pactamos soluciones imperfectas con Europa que nos ayudaron a salir de la crisis. Tenemos a favor en la crisis actual que es global y, por lo tanto, todas las naciones europeas tienen que colaborar en la solución de la misma, siempre que no dañe a sus intereses nacionales. Europa puede ser un salvavidas importante, pero tendremos que poner un enorme esfuerzo por nuestra parte.
La crisis de 2008 puso de manifiesto las debilidades y fortalezas de la UE. Por una parte, una política monetario fuerte en manos del Banco Central Europeo (BCE) y, sin embargo, una política fiscal en manos de los gobiernos nacionales sujeta al Pacto de Estabilidad y Crecimiento que limita el gasto público y el endeudamiento de los gobiernos.
La caída de la actividad económica arroja una cifra en las estimaciones de ingresos públicos para 2021 de una baja de más de 35.000 millones y un aumento del gasto público que nos llevaría a un déficit superior al 8 por ciento del PIB. Ahora bien, si en algún momento está justificada la flexibilidad en el cumplimiento del Pacto de Estabilidad es ahora; no se entendería poner límite al gasto público o al endeudamiento cuando está en juego la salud y la recuperación económica de un país y los efectos perversos que se podrían dar en el resto de Europa.
La industria de defensa, como conjunto de empresas relacionadas entre sí por sus capacidades y por el objetivo de atender las necesidades de las Fuerzas Armadas, se va a ver profundamente afectada por la crisis económica ya que siempre tendrá restricciones presupuestarias. Aesmide está compuesta por empresas que a lo largo de su historia se han dedicado a atender los problemas de calidad de vida de las Fuerzas Armadas; sus capacidades están incluidas en la categoría de industria auxiliar, o complementaria de la industria de Defensa y que denominamos Industria para la Defensa.
La mayoría de ellas tienen capacidades o productos de los denominados de doble uso y, por lo tanto, tienen menor dependencia de los presupuestos del Ministerio de Defensa y pueden complementar los menores rendimientos de su actividad en el ámbito militar, con los proyectos del ámbito civil, ya sea administración general, municipal o autonómica.
Y esta dualidad en su actividad, ha hecho que un grupo importante de nuestras empresas, haya mirado a Europa desde 2016 como un campo importante para su desarrollo y específicamente en los proyectos que la Comisión Europea ha denominado de Seguridad y Defensa y, en concreto, a todas aquellas capacidades que dan respuesta a los proyectos que se pueden aplicar al ámbito civil y al militar. Por ejemplo, la empresa española Gahn, asociada a Aesmide lidera un proyecto europeo para diseñar un sistema de gestión integral de respuesta ante situaciones de emergencia en la que participan empresas pymes de varios países.
El mantenimiento del gasto en defensa de las grandes naciones y la creciente globalización que ha experimentado el conocimiento, la tecnología y el comercio del material de defensa plantea nuevos e importantes retos a la industria de defensa.
El desarrollo de la Política Común de Seguridad y Defensa Europea ha revelado el papel de la UE en materia de Defensa y se ha materializado en el Plan de Acción Europeo y la Cooperación Estructurada Permanente (Pesco). Las dos tienen por finalidad alcanzar la tan necesaria cooperación en el ámbito de la Defensa. Por una parte, se trata de construir la Base Europea Tecnológica e Industrial de la Defensa con objeto de racionalizar el gasto en defensa consiguiendo además una mayor operatividad; por otra parte, se trata de dar un paso más a favor de la unidad europea.
La situación descrita anteriormente de crisis económica, hará que el PIB nacional disminuya y está demostrado que cuando hay recesión económica las restricciones presupuestarias afectan de manera importante a los gastos de Defensa.
No está claro si los recortes afectarán a la cooperación europea en materia de Defensa y Seguridad. Siempre estarán los partidarios de la nacionalización de los gatos de la industria de la defensa y los que opinan que precisamente en tiempo de crisis, la racionalización de los gastos en defensa puede disminuir el total de las inversiones y conseguir mayor eficacia operativa. Al mismo tiempo puede conseguirse una mayor unión entre las naciones con un objetivo común, dos finalidades básicas de la Comisión para racionalizar la base industrial de la defensa.
La reducción del Fondo Europeo de la Defensa recortado a la mitad antes del Covid-19, de 13.000 a 6.000 millones de euros no debe empañar la labor realizada por el grupo interministerial de alto nivel pilotado por el Ministerio de Defensa con a participación de los ministerios de Economía, Hacienda, Exteriores, Industria, Ciencia e Innovación, CDTI, Tedae y Aesmide.
El esfuerzo que han realizado la SEMD y la DGAM a través de la Subdirección General de Relaciones Internacionales, ha sido encomiable y ha implicado a la industria de Defensa, consiguiendo España, a través de 35 empresas españolas, participar a día de hoy en el 40% de los proyectos que optan a ser subvencionados por el recién creado fondo europeo.
Europa va a ayudar en la recuperación de los países que forman la UE ha dicho José Borrell, vicepresidente de la Comisión Europea y Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, pero no lo va a hacer ayudando exclusivamente al acceso de mayor liquidez en el mercado o a endeudarse en mejores condiciones que las conseguidas en los propios países.
La solución estará en utilizar adecuadamente los fondos necesarios en programas de inversión adecuados que garanticen las rentas suficientes para el desarrollo tecnológico e industrial; para ello, tendrá que haber mayor cooperación de las instituciones europeas.
¿Por qué no entonces mantener los fondos necesarios para que una industria tecnológica especializada como la de la Defensa formada en gran parte por pymes pueda cumplir los objetivos marcados por la UE y cuya desaparición sería difícil de reconstruir?
Dentro de poco más de un año, los días 19, 20 y 21 de mayo está programada la celebración de Feindef 21, la segunda edición de la Feria Internacional de la Defensa y Seguridad; la primera fue un éxito a pesar del poco tiempo que se tuvo para prepararla; esta segunda por causa de la agresiva pandemia que estamos padeciendo no ha podido ser presentada en la fecha prevista.
Feindef 21 va a suponer una oportunidad para la industria de la Defensa y la Seguridad ya que en su realización reúne las cosas más importantes que van a ser necesarias para la recuperación de la actividad de las empresas del sector.
- Colaboración en mayúsculas; ya que nos estamos refiriendo a la colaboración público-privada entre administración e industria y que quedó reflejada en el triángulo virtuoso del Ministerio de Defensa, Tedae y Aesmide en el desarrollo del evento.
- Colaboración entre administraciones que a la llamada del Ministerio de Defensa y de las dos asociaciones industriales acudieron todos los ministerios y otras instituciones participando con su presencia en la feria o en el comité de honor creado al efecto.
- Tecnología e Innovación en la Industria de Defensa. La innovación tecnológica es imprescindible para alcanzar mayores cotas de competitividad para las empresas que les hará conseguir éxitos, tanto en los mercados nacionales como en los internacionales. La situación económica que estamos viviendo va a obligar a la Administración a tomar medidas fiscales y presupuestarias de gran rigor, que harán que los gestores públicos manejen menores recursos y tengan que hacer una asignación eficiente de los mismos.
La administración de la Defensa y las empresas que constituyen la industria para la defensa no han sido ajenas a esa situación y tendrán que recurrir a la reducción de costes que no sean productivos y al incremento de sus inversiones en tecnología para conseguir ser más competitivos en la participación de proyectos y programas del Fondo Europeo de la Defensa. Es la tecnología la que puede ayudar a que una empresa sea más competitiva y pueda ocupar una posición adecuada en el mercado por los productos o servicios que ofrece.
Se dan pues los supuestos a que se refería Borrell:
La existencia de una industria de la defensa española que tiene capacidad de colaboración con otras empresas o administraciones.
- Que tienen unas capacidades de tecnología e innovación superiores a otros sectores industriales y que puede dar solución a programas europeos de manera eficiente continuando con las actuaciones realizadas desde el 2017.
- Que esa industria debe estar preparada en mayo de 2021 para participar en el escaparate internacional de tecnología de la industria de la Defensa y Seguridad que será Feindef 21.
- Que confiamos que en Mayo de 2021 se esté produciendo la recuperación de la industria y se está empezando a superar la crisis económica
- Que todas las naciones representadas por las distintas Delegaciones e industrias de todos los países del mundo estarán dispuestas a viajar para ver las novedades que les ofrezca Feindef 2021 una vez que se liberen las prohibiciones de viajes por el mundo.
- Que tanto Europa como España van a ayudar a una industria que puede servir de tracción a muchas Pymes que conforman la cadena logística de las grandes empresas tractoras que no pueden caer y necesitan ser sostenidas por formar parte de la industria estratégica de las naciones.
- Y por último para que sus Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad presenten sus necesidades y proyectos de futuro. La industria de la defensa tiene que estar siempre al tanto de las necesidades tanto presentes como futuras de las Fuerzas Armadas, su cliente de referencia y, ellas, deben saber cuáles son las posibilidades reales de provisión de bienes y servicios, en resumen, el apoyo a sus necesidades que la industria le ofrece y la valoración técnica de sus soluciones.
Las Fuerzas Armadas, al estar presentes en Feindef 21 ofrecen a los demás ejércitos de los países visitantes el ejemplo de apoyo y utilización de los medios que se exhiban y las novedades con las que se puedan equipar.
Por todo ello, Feindef 21 se tiene que ver en el horizonte ya no muy lejano como una oportunidad y un incentivo para que las industrias de la defensa y seguridad tanto nacionales como internacionales presenten sus innovaciones tecnológicas y puedan encontrar asociados para acudir a los proyectos del Plan Europeo de la Defensa.