El Consejo de Ministros ha acordado autorizar la suspensión de la aplicación del Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE), y disponer su remisión a las Cortes Generales.
El FACE fue hecho en París el 19 de noviembre de 1990 y ratificado por España el 1 de junio de 1992, entrando en vigor el 9 de noviembre 1992. Este tratado es la piedra angular sobre la que se ha consolidado la seguridad europea desde principios de la década de 1990. Su objetivo es la reducción de armas convencionales (identificadas en el mismo tratado) en el territorio europeo de los estados parte.
Para España, las circunstancias que constituían una base esencial del consentimiento de los estados partes en obligarse por el tratado FACE han cambiado desde que prestó su consentimiento en obligarse. Por tanto, transforman el alcance de sus obligaciones.
Tras la retirada de Rusia, la OTAN suspendió por completo el Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa
La OTAN respondió a la decisión de Rusia de abandonar por completo el Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa, poniendo fin a este pacto de manera definitiva. La Alianza explicó que “sería insostenible” dicha situación en la que “los Estados Aliados parte acaten el Tratado mientras que Rusia no lo hace”.
Los socios “condenan la decisión de Rusia (…) y su guerra de agresión contra Ucrania, que es contraria a los objetivos del Tratado” y “tienen la intención de suspender el Tratado FACE durante el tiempo que sea necesario, de acuerdo a sus derechos en base al derecho internacional. Esta es una decisión que los aliados de la OTAN respaldan plenamente”, declararon desde el organismo.
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