La secretaria de Estado de Defensa (Sedef), Amparo Valcarce, apostó el pasado día 22 por el sector Naval de la Defensa como «uno de los principales generadores de retorno económico de las inversiones que realiza el Ministerio de Defensa», y también como «revulsivo para las economías locales y regionales de nuestro país».
Es más, para la Sedef, el sector contribuye «a una mayor cohesión económica y redistribución de la renta nacional».
En este contexto, Valcarce aprovechó para hacer un llamamiento: «La industria española de Defensa debe convertirse en un embajador que proyecte una imagen de España moderna tecnológicamente y comprometida, con suficiente capacidad para competir al más alto nivel en el sector naval internacional, porque invertir en defensa es invertir en paz y seguridad».
La Sede realizó estas declaraciones en las instalaciones del Campus de ‘El Pardo’ del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), donde se reunió con varios representantes de este sector para hablar de la nueva Estrategia Industrial de Defensa 2023 (EID 2023) y de su implicación para las empresas.
También estuvieron en el encuentro el director general de Armamento y Material (DiGAM), almirante Aniceto Rosique, y las asociaciones patronales del sector.
Valcarce no solo alabó al sector como motor económico interior, sino que destacó su capacitación «para consolidarse entre las mejores del mundo en el campo de la construcción naval». En este sentido, destacó la labor del astillero nacional Navantia como «referente a nivel mundial» y «elemento clave, no sólo por liderar el sector a nivel nacional, sino por ser, además, la empresa tractora en el desarrollo de un tejido industrial con vocación exportadora».
Los presentes aprovecharon para repasar los programas navales en marcha: el submarino S- 80, la fragata F-110, el Buque de Acción Marítima (BAM), el BAM-IS o la Flotilla Hidrográfica, entre otros.
FUENTE: INFODEFENSA