Distintas zonas de la sierra del Segura (Murcia) han sido el escenario en el que un total de 16 aspirantes a boina verde del EZAPAC, un boina verde y un teniente de la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada, futuro instructor de la materia, han simulado estar en un territorio recóndito donde las condiciones de supervivencia son mínimas y sin ningún tipo de apoyo.

La capacitación y el curso consistieron en una semana de teóricas y dos de prácticas, o lo que es lo mismo, 14 días aislados de todo contacto con el exterior.

El curso comenzó con una misión de Reconocimiento Especial tras la que se dirigieron a recuperar a un piloto que había quedado aislado en territorio hostil.

La operación se tuerce, de tal manera que son los alumnos los que tienen que poner en práctica los conocimientos adquiridos, viviéndolo en sus propias carnes.

En su movimiento, les localiza, gracias al uso de comunicaciones cifradas y a procedimientos estandarizados, un UAV Predator B del Ejército del Aire y del Espacio, mientras que un T-12 Aviocar sobrevuela la zona, dándoles las instrucciones pertinentes para que continúen hacia una zona donde las fuerzas de extracción pueden hacer su trabajo.

Por el camino han puesto todo su empeño en no ser detectados por las fuerzas enemigas, que patrullan los senderos y carreteras en su búsqueda.