La tecnología en las Fuerzas Armadas también está presente en el vestuario. La industria nacional ya trabaja con materiales como el grafeno para mejorar la protección del combatiente y exoesqueletos para hacerlo más fuerte.

Las empresas asociadas de AESMIDE dedicadas a vestuario y equipamiento personal, han colaborado con IDS en la elaboración de un edossier, «Vestuario y equipo para el soldado», que recoge, entre otras cuestiones, líneas de desarrollo tecnológico dirigidas fundamentalmente a introducir mejoras en el comportamiento humano y protección a los combatientes.

El futuro de los textiles inteligentes permitirá la adaptación de las prendas y proporcionará nuevas funcionalidades en, por ejemplo, guantes con sensores y controles de dispositivos, en prendas que permitan medir la presión arterial y las constantes vitales, y también controlar el estrés y reducir la fatiga mediante la utilización de tejidos que ayuden a los movimientos de los individuos.

Un equipamiento es capaz de determinar qué ocurre, si hay síntomas de estrés o fiebre, capaz de hacer un seguimiento de las constantes vitales o incluso de las condiciones ambientales, pero también hablamos de materiales capaces de potenciar las funciones humanas, de sistemas de protección, de exoesqueletos, etc.

El desarrollo de este equipamiento inteligente es primordial para todos los ejércitos del mundo. También para el español. Y aquí, además de hablar de los desarrollos nacionales, hay que hacerlo también de OTAN y UE. En el marco de la OTAN, la Science and Technology Organization (STO) desarrolla soluciones para mejorar la capacidad de carga, la letalidad de armamento y las fuentes de generación individual de energía, pero también se contempla el denominado “Human Factors and Medicine” (HFM) comportamiento humano en combate, innovación para facilitar la movilidad del soldado, diseño de equipos personales y mejoras en sistemas de enmascaramiento.

La UE también está en ello. Europa tiene, entro otros, el proyecto Proetex (Protection e-textiles micronanostructured fibre systems for emergency disasters intervention), donde 23 entidades de 8 países estudian el desarrollo de tejidos inteligentes y tecnologías de mejora del comportamiento humano en situaciones de emergencia.

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