Los ministros de Exteriores y Defensa debatieron acerca de la agresión rusa a Ucrania y los efectos negativos en la estabilidad de otras partes del mundo, incluidos los Balcanes y África, entre los que destacaron la crisis alimentaria mundial. Por su parte, el alto representante de la UE para política exterior y de seguridad, Josep Borrell, señaló las “enormes necesidades de capacitación y regeneración” del ejército ucraniano; por lo que se convino iniciar trabajos para el establecimiento de una Misión de asistencia militar para Ucrania que imparta entrenamiento militar en territorio europeo. Los ministros pactaron la suspensión completa del acuerdo de facilitación de visados con Rusia, que permite la expedición simplificada de visados a los ciudadanos rusos; a este acuerdo le seguirá una propuesta formal por parte de la Comisión Europea. Otros asuntos abordados fueron la seguridad y estabilidad de Bosnia y Herzegovina y la situación militar en Mali

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