En el día de ayer se llevó a cabo el seminario “A New Paradigm For European Security”, organizado por ECFR con la colaboración del Ministerio de Asuntos Exteriores.
En este evento, se trataron las líneas clave del nuevo escenario para la defensa:
- Agresión de Rusia a Ucrania
- Situación de desequilibrio en el Este
- Importancia del sur global
- Segunda administración Trump.
- Redifinición de la presencia de la OTAN y sus capacidades para la defensa Europe
Además, se habló de la posibilidad del camino de la defensa en torno a una “coalition of the willing”.
El seminario se dividió en dos paneles, quedando de la siguiente manera:
PANEL I: “Defender Europa con menos América: estrategias, capacidades y cooperación”
Las políticas de defensa europeas se enfrentan a su prueba de estrés más importante desde los primeros días de la Guerra Fría. La invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia ha devuelto la guerra al corazón de Europa y ha revelado cuán dependientes han sido los europeos de Estados Unidos para su defensa. Europa debe estar preparada para asumir una mayor responsabilidad en su propia defensa. Esto requiere un plan sostenido durante la próxima década que combine esfuerzos inmediatos para apoyar a Ucrania y reconstruir la preparación con objetivos a largo plazo para desarrollar un “paquete de fuerzas completo”, que incluya capacidades de apoyo al combate y facilitadores clave, que actualmente son proporcionados principalmente por Estados Unidos.
PANEL II: “Entre la guerra y la paz: El nuevo paradigma de la seguridad europea”
Europa debe actuar con rapidez para prevenir futuros conflictos, incluida otra guerra en Ucrania o más allá, al tiempo que construye un marco de seguridad más autosuficiente. Esto requiere algo más que una simple adaptación militar: también deben fortalecerse las infraestructuras críticas y las respuestas a la guerra híbrida. Al mismo tiempo, es necesario modernizar los procesos jurídicos y administrativos para eliminar los cuellos de botella y acelerar la toma de decisiones. Para gestionar eficazmente las crisis futuras, la UE debe adoptar una estrategia de seguridad más ágil y coordinada. Mientras navega por un entorno de seguridad híbrido (paz en casa pero inestabilidad en sus fronteras), la transformación de Europa debe ser rápida y de gran alcance. Solo adaptándose rápidamente puede la UE salvaguardar su seguridad, estabilidad y resiliencia.