Carlota Sánchez Cuenca, Secretaria General de Aesmide, participa en la tercera mesa

El II Congreso de Derecho, Defensa y Empresa, organizada por la consultora INDIE, celebró ayer su segunda jornada en la Escuela de Organización Industrial (EOI), consolidando un espacio de referencia que conecta a juristas, industria, responsables públicos y expertos en un momento clave para la política de seguridad y el desarrollo de capacidades en España y Europa. La sesión ha puesto el foco en los desafíos operativos, industriales y jurídicos que acompañan el proceso de rearme europeo y la transformación del sector de la Defensa.

Diálogo con el JEMA

La jornada ha comenzado con un diálogo abierto entre Nacho G. Pandavenes, director de Defensa de la consultora INDIE, y el General del Aire Francisco Braco Carbó, jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA). Braco Carbó ha ofrecido una visión directa de los desafíos operativos y estratégicos a los que se enfrentan las Fuerzas Armadas en el actual contexto geopolítico. Ha subrayado que, sin superioridad aérea “todo conflicto deriva en una guerra de atrición” y que esta capacidad depende de la integración de operaciones multidominio, del equilibrio entre personal, material y organización, y de un apoyo tecnológico sólido. Braco ha destacado el papel creciente de la industria como motor de innovación, pues “ya no se trata de qué necesita la defensa, sino de qué es capaz de ofrecer la industria”, y la importancia de avanzar hacia sistemas de sexta generación basados en un auténtico “sistema de sistemas”, tras perder Europa el tren de la quinta generación. También ha puesto el foco en el dominio espacial y en la necesidad de proteger infraestructuras críticas como los satélites de comunicación.

El JEMA ha insistido en que es esencial acelerar capacidades, fidelizar al personal y mantener la preparación operativa bajo el principio de “fight tonight, fight tomorrow”: combatir hoy con lo disponible y estar preparados para el combate de mañana. Asimismo, ha reivindicado el papel de las Fuerzas Armadas como garantes del cumplimiento de la ley y servidores directos de la sociedad, recordando que “las FFAA no son el cliente; el cliente es la sociedad”.

Las mesas han analizado los retos clave del sector

A lo largo de la mañana, las mesas redondas han reunido a especialistas de alto nivel para analizar cuestiones esenciales que condicionan la capacidad de respuesta del sector.

La primera mesa, titulada “Los medios humanos y técnicos en los concursos ¿pueden no ser titularidad del licitador y valerse de los de terceros?” ha analizado el uso de medios humanos y técnicos de terceros en los concursos públicos, un mecanismo pensado para facilitar la participación de pymes y adaptarse a modelos empresariales cada vez más colaborativos. Ana Calvo, socia de Derecho Público de White & Case, ha explicado que el artículo 75 de la Ley de Contratos permite este apoyo externo, especialmente útil en Defensa, aunque con límites cuando se trata de cualidades subjetivas como la experiencia. Carlos Rodríguez Villasante, Legal Counsel de GNGH Abogados, ha recordado que los grandes programas requieren combinar capacidades propias y ajenas mediante UTE o subcontratación, siempre con el objetivo de satisfacer necesidades públicas. Por su parte, Marta Plaza, GTA Abogados, ha señalado riesgos como el “licitador de paja” o la falta de controles durante la ejecución, mientras que Irene Fernández Puyol, socia de Público y Sectores Regulados de Gómez-Acebo & Pombo, ha subrayado que las habilitaciones no pueden integrarse con terceros y que los compromisos de adscripción deben verificarse con el adjudicatario.

La Mesa “Entrada de los fondos de inversión en empresas relacionadas con la defensa: cuestiones legales y de política industrial”, dedicada a la entrada de fondos de inversión en empresas relacionadas con la defensa, ha analizado el papel creciente del capital privado en un sector sometido a un fuerte incremento de demanda y a una presión inversora inédita. Joaquín Ortiz, fundador y Managing Partner de Hyperion Fund, ha señalado que la industria afronta proyectos de gran envergadura sin una evolución presupuestaria coherente, lo que obliga a muchas compañías a apoyarse en fondos para superar una “travesía en el desierto” y prepararse para el impulso de los grandes primes. También ha subrayado que las decisiones geopolíticas y el control sobre inversiones estratégicas condicionan la entrada de capital.

Desde el ámbito jurídico, Javier Tortuero, socio de Uría Menéndez, ha destacado la necesidad de due diligence reforzada, contratos más sofisticados y una planificación temprana de la desinversión. Enrique Aguado, Global Partner de Interpath, ha advertido de que la falta de capacidad productiva y la inestabilidad presupuestaria dificultan que muchas empresas puedan afrontar el esfuerzo inversor sin apoyo externo. En este sentido, la moderadora Rosa María Vidal Monferrer, socia del área de Derecho Público en Broseta Abogados, ha subrayado que la reconversión industrial en curso exige gestionar riesgos regulatorios durante toda la vida de la inversión en un entorno marcado por cambios geopolíticos y estratégicos constantes.

La tercera mesa, titulada “Las empresas españolas ante los programas de rearme europeos” y moderada por David González, director general de la Agencia de Ciencia, Competitividad Empresarial e Innovación Asturiana (Sekuens) del Gobierno del Principado de Asturias, ha puesto de relieve la necesidad de ordenar capacidades, reforzar la cadena de valor y consolidar modelos de colaboración empresarial y público-privada para responder al aumento de la demanda industrial en defensa. Carlota Sánchez-Cuenca, secretaria general de AESMIDE, ha subrayado que España debe proyectar mejor sus capacidades al exterior y estructurarlas internamente, apoyando a las pymes y favoreciendo consorcios y alianzas que permitan ganar escala en innovación, talento y suministro. En esta línea, Carolina Díaz, directora del Asturias HUB Defensa, ha destacado el papel de los hubs regionales como conectores entre industria, administraciones y grandes tractoras, reivindicando la cooperación interterritorial como elemento clave para avanzar hacia una verdadera soberanía industrial.

Por su parte, Daniel Rey, director gerente y miembro fundador del HUB de Defensa de Aragón, ha puesto en valor la fortaleza industrial de Aragón y la capacidad de los hubs para integrar recursos y ofrecer soluciones a los grandes programas, especialmente en ámbitos como los data centers vinculados a IA. Desde la perspectiva del talento, Ramón Gurriarán, director de Postgrado y Executive Education, ha recordado que Europa necesitará más de 600.000 profesionales cualificados antes de 2030 y que la formación especializada será decisiva para que la industria pueda asumir los nuevos programas. Finalmente, Manuel de Oliveira, director Comercial Grupo Amper, y Gabriel Coloma, director de Desarrollo de Negocio para UE/OTAN de EM&E Group, han coincidido en que la inteligencia artificial será determinante en capacidades como la defensa antidrón y han advertido de que Europa necesita acelerar su desarrollo tecnológico y estandarizar su producción para competir con Estados Unidos y China. Todos los ponentes han coincidido en una idea común: la colaboración, entre empresas, territorios y administraciones, será imprescindible para que España y Europa puedan cumplir los objetivos del rearme.

El director de VozPópuli, Manuel Marín, ha impartido la ponencia “Política y defensa: la sociedad ante la seguridad y la relevancia de la opinión pública”. Durante la intervención, Marín, ha ofrecido una reflexión directa sobre el clima estratégico actual, subrayando que vivimos en “un mundo que gira en torno a la seguridad, la defensa y la protección”, en el que la tensión global obliga a abandonar la idea de una seguridad garantizada. Marín ha defendido que las democracias deben afrontar este escenario “sin buenismo y sin edulcorar la realidad”, asumiendo que hablar de defensa es hablar de inversión, estabilidad y protección del modo de vida europeo. También ha señalado que la industria española tiene margen para crecer por encima de la media nacional, siempre que exista constancia, visión y una aceptación social que deje atrás prejuicios ideológicos sobre el sector. Finalmente, ha recordado que España, como miembro relevante de la OTAN, debe asumir que los retos de seguridad son cada vez más complejos y que la respuesta “jamás puede ser la pasividad”.

La última mesa de la jornada, dedicada a Política, Cultura de Defensa y el marco UE–OTAN, ha reunido a expertos de referencia para analizar los retos de la seguridad internacional y el papel de España en un entorno geopolítico crecientemente inestable. Moderada por Rafael Moreno, director de Comunicación de Indra Group, la sesión ha ofrecido una visión multidisciplinar sobre la cooperación europea, la disuasión, la modernización militar y la necesidad de una cultura de defensa más sólida.

El general de brigada Víctor Mario Bados Nieto, director del IEEE, ha destacado el creciente reconocimiento internacional hacia la industria española, especialmente por su apoyo a Ucrania, señalando que sistemas como los “Patriot PAC-3” o el mortero embarcado español “están marcando la diferencia en el frente del este”. También ha subrayado la rapidez con la que España ha integrado la formación de militares ucranianos, un aspecto que califica como motivo de orgullo y responsabilidad.

En esta misma línea estratégica, Héctor Casado López, adjunto al director general de Estrategia e Innovación de la Industria de Defensa (DIGEID), ha situado el momento actual en una “transición comparable al periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial”, defendiendo la necesidad de reforzar la autonomía estratégica europea y consolidar la base industrial de defensa, recordando que España es ya el cuarto productor europeo y el octavo mundial. Silvia Gamo, directora de la Fundación Círculo de Tecnologías para la Defensa y la Seguridad, ha insistido en el papel crítico de la colaboración público-privada para afrontar los desafíos de un sector “tan complejo como determinante”, mientras que Antonio Fonfría, profesor de Economía Aplicada en la UCM, ha defendido que “el fracaso no es una opción” y que España está intentando avanzar en año y medio lo que Europa no ha hecho en una década. Ha afirmado que la industria evolucionará hacia cuatro o cinco grandes consorcios europeos y señaló a Indra como la pieza clave del ecosistema español. Todos los ponentes han coincidido en que la seguridad nacional exige ambición, coordinación y un compromiso sostenido entre administraciones, industria y sociedad.

El Congreso ha concluido con el acto de clausura oficial realizado por Rocío Pérez, directora de Asuntos Públicos de INDIE, quien ha afirmado que el congreso ha cumplido su objetivo de generar un espacio de reflexión útil entre administración, industria y mundo jurídico. Rocío Pérez ha cerrado anunciando que el año que viene habrá una tercera edición del congreso.

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