España ha marcado un hito en su compromiso con la seguridad al anunciar, el pasado 22 de abril, el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, que eleva el gasto militar al 2% del PIB este mismo 2025, adelantándose cuatro años al objetivo previsto. Con una inversión adicional de 10.471 millones de euros, este plan impulsa la modernización de las Fuerzas Armadas y consolida a la industria de defensa como un motor de innovación y empleo. En este escenario, las pequeñas y medianas empresas (pymes), que representan el 85% del sector, son esenciales por su flexibilidad y capacidad tecnológica. 

Las pymes suponen el 85% de las empresas de la industria de defensa

La Base Industrial y Tecnológica de la Defensa (BITD) española abarca más de 520 empresas, de las cuales unas 350 suministran productos o servicios al sector, generando 22.000 empleos directos y 6.300 millones de euros en facturación en 2021. Las pymes, que constituyen el 85% de estas empresas, son el corazón de la cadena de suministro, complementando a grandes tractoras como Airbus, Indra o Navantia con su agilidad e innovación. “Las pymes son un pilar desconocido pero vital; sin ellas, un soldado no puede combatir cómodo ni eficientemente”, afirmó Gerardo Sánchez Revenga, presidente de Aesmide.

Aesmide agrupa más de 70 empresas contratistas con el Ministerio de Defensa, de las cuales 46 son pequeñas y medianas empresas que generan 2.902 empleos y facturan unos 560 millones de euros. “Nuestro objetivo es estar en la cadena de suministro y el ciclo de vida de los programas, porque ahí las pymes aportan tecnología e investigación que las grandes necesitan”, explicó Sánchez Revenga. Estas empresas, distribuidas en los corredores industriales Norte, Centro-Mediterráneo, Sur y el emergente La Plata (Asturias-Sevilla), refuerzan la cohesión territorial. Proyectos como la Base Logística del Ejército de Tierra (BLET) en Córdoba, la Unidad de Drones de la UME (UDRUME) en León y el Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación (CETEDEX) en Jaén generan oportunidades locales, integrando pymes en iniciativas de alto impacto.

La Estrategia Industrial de Defensa (EID 2023), que es la línea de acción actual, subraya el rol de las pymes en la autonomía estratégica, destacando su capacidad para desarrollar soluciones específicas. Sánchez Revenga enfatizó que “las tractoras desarrollan sistemas completos, pero necesitan la flexibilidad e innovación de las pymes, que trabajan con universidades y startups para avanzar en tecnología”.

Un impulso histórico: el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa

El Plan Industrial y Tecnológico, presentado por el Gobierno el 22 de abril prevé destinar 10.471 millones de euros adicionales, financiados con remanentes presupuestarios, fondos NextGenerationEU y ahorros del Plan de Recuperación, sin aumentar el déficit. Este esfuerzo eleva el gasto militar de 14.758 millones de euros (1,24% del PIB en 2024) al 2% del PIB para el presente año, cumpliendo anticipadamente los compromisos con la OTAN y la UE.

Con el 80% de la inversión ejecutada en España, el plan prioriza ciberseguridad, telecomunicaciones y modernización de equipos, proyectando 36.000 empleos directos y 60.000 indirectos. Más de 300 empresas, muchas pymes, se deberían beneficiar de esta inyección, que refuerza la EID 2023 al promover una BITD competitiva. “Esta inversión abre una oportunidad única para nuestras pymes, que ya han demostrado su capacidad en crisis como Ucrania con cascos, visión nocturna y mantenimiento”, señaló Sánchez Revenga que se mostró muy orgulloso con la capacidad innovadora de las empresas que forman parte de Aesmide.

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