El Consejo de Ministros ha aprobado el Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) del sector agroalimentario para dotar de la financiación y de las líneas de actuación necesarias para emprender los cambios medioambientales, digitales, sociales y económicos a los que tendrá que hacer frente en la próxima década.

Este PERTE va dirigido a propiciar la transformación de la cadena agroalimentaria e impulsar la modernización y digitalización del sector, su crecimiento económico y la cohesión territorial. El sector agroalimentario contribuye con casi un 10 % al PIB y está conformado, en su mayor parte, por pequeñas y medianas empresas. Un 96 % de las más de 30.500 empresas son pymes.

De esta forma, el PERTE se concibe como un conjunto de medidas que benefician a empresas y autónomos del sector agroalimentario y que generan sinergias con unos objetivos claros: mejorar la competitividad, la sostenibilidad y la trazabilidad y seguridad del sector agroalimentario. Además, dada la importancia del sector agroalimentario en el medio rural, se incorpora la contribución al reto demográfico como objetivo transversal.

Para hacer frente a la lucha contra el cambio climático y adaptarse a los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 se hace necesario promover un uso eficiente de los recursos naturales y de la energía en la producción agroalimentaria, a través de la digitalización de todos los procesos productivos de la cadena alimentaria.

El impacto del PERTE Agroalimentario asegura una serie de medidas y actuaciones basadas en líneas estratégicas:

  • Impulsar la transformación tecnológica de todo el sector y su desarrollo tecnológico, acelerar la transformación digital de los actores implicados, el uso del big data y de las nuevas herramientas digitales y la adaptación al nuevo entorno impuesto por la economía digital.
  • Profundizar en el suministro de alimentos sanos, seguros y saludables, asociado con procesos industriales que mejoren la descarbonización y minimicen su impacto en términos de sostenibilidad.
  • Mejora de la dimensión y de la cohesión social del sector agroalimentario. Se trata de apoyar a los jóvenes, proteger a los segmentos más vulnerables, facilitar la incorporación de las mujeres y apostar por la I+D y por la capacitación y formación continua.
  • Impulsar el desarrollo de una economía circular y a reducir el impacto ambiental del sistema agroalimentario, mediante el fomento del uso eficiente de los recursos naturales y la energía en la producción de alimentos y la adopción de medidas en materia de transporte, almacenamiento, envasado y desperdicio de alimentos.

Este PERTE Agroalimentario refuerza así la triple sostenibilidad económica, social y ambiental del sector agroalimentario y de todos los agentes que forman parte de su cadena de valor. Puede consultar más información a través del siguiente enlace.

Fuente: La Moncloa