La Revista Española de Defensa publica un artículo en la que se hable sobre el papel de la mujer en la OTAN y la manera en que se conciben y se tratan las cuestiones de género en el ámbito militar, siguen siendo bastante desconocidas. Decir que la Alianza ha sido y sigue siendo no ya un referente, sino «el referente» en lo militar al hablar de cuestiones de género no siempre es fácil de entender o asimilar, según la audiencia, pero podría afirmarse que es incuestionable.

La OTAN no ha sido nunca ajena a los valores de las sociedades que la conforman y a las que representa. Es, en esencia y por definición, la defensora de esos valores.

La incorporación de las cuestiones de género a la OTAN surgió como una consecuencia lógica de ciertos cambios sociales que a partir de la II Guerra Mundial comienzan a cobrar protagonismo en lo concerniente a las mujeres. Así, en la misma medida en que va tomando forma y se va imponiendo el lógico empoderamiento de la mujer en las sociedades occidentales, la OTAN —formada por las mismas naciones— comienza igualmente a dar forma a este empoderamiento y continúa haciéndolo hoy día mediante un permanente esfuerzo por la integración de la perspectiva de género en todos sus ámbitos de actuación.

Para la OTAN, integración de la mujer y en la adaptación organizativa y de estructuras, donde ya se hablaba abiertamente de igualdad sigue siendo un tema importante, pero el foco hoy día se centra en la integración de la perspectiva de género en las operaciones militares aliadas. Lo que se busca y pretende esencialmente es conocer en profundidad el rol que tienen o desempeñan las mujeres (sin olvidar a los hombres) en la sociedad o el entorno social concreto donde la Alianza Atlántica opera o va a operar, de forma que, de su análisis, y de la aplicación práctica de los resultados de ese análisis, se obtenga una ventaja militar. Ni más ni menos. Es decir, es otro aspecto diferente y que se suma al de la integración o la igualdad.

Fuente: Ministerio de Defensa