El próximo ministro deberá además ejecutar el despliegue en Eslovaquia y Rumania y desarrollar la nuevo estrategia industrial de defensa
El Gobierno que saldrá de las urnas el próximo 23] tendrá por delante varios desafíos en el ámbito de la defensa. El Ministerio de Defensa, un departamento tradicionalmente de Estado, que suele quedar al margen del debate político, afronta una etapa que podríamos definir como decisiva para el futuro de las Fuerzas Armadas en contexto internacional además muy incierto condicionado por la guerra en Ucrania.
El gran reto es dar continuidad a la hoja de ruta fijada por el actual Ejecutivo para alcanzar el 2% del PIB en defensa en torno a 2029. Los dos principales partidos, PSOE y PP, comparten este objetivo, así que a priori el presupuesto de defensa continuará creciendo en los próximos años. En la actualidad, España finalizará el año con un 1,26% del PIB en defensa, de acuerdo con las cifras que maneja la OTAN, por lo tanto, todavía hay mucho camino por recorrer en este apartado.
La asociación Tedae, que reúne a la industria de defensa española, ya ha solicitado al nuevo Gobierno que mantenga el esfuerzo presupuestario. Países del entorno de España también están en ello. El mejor ejemplo es Alemania. En los próximos presupuestos del Gobierno del socialista Olaf Scholz la partida de defensa crecerá hasta el 2%, pero lo más significativo es que esta es la única cartera que experimentará un incremento delpresupuesto de cara a 2024.
Durante la legislatura que acaba de terminar se ha hablado mucho de la necesidad de una ley de financiación de la Defensa -al estilo de la que existe en países como Francia- para blindar las inversiones. Socialistas y populares también coinciden en que esta regulación ayudaría a definir las capacidades y dar estabilidad al sector, pero la realidad es que la ley no termina de salir adelante.
Nuevo ciclo inversor
Pero este no será el único desafío del nuevo ministro de Defensa. Sobre la mesa encontrará un nuevo ciclo inversor, pendiente de ejecución, con una quincena de nuevos programas de adquisición de capacidades para las Fuerzas Armadas.
Este plan de compras contempla una gran variedad de proyectos. En la Armada, los helicópteros MH-60R Romeo y los nuevos hidrográficos; en el Ejército del Aire y del Espacio, los C295 de vigilancia y patrulla maritima, y el relevo de los F-18 (junto con los Harrier de la Armada); y en el Ejército de Tierra, la actualización del sistema Patriot o el lanzacohetes de alta movilidad (Silam).
También hay programas transversales como el Sistema Conjunto de Radio Táctica (SCRT), el dron Sirtap, el misil contracarro Spike LRZ, el plan de comunicaciones conocido como MC3, o el nuevo mortero embarcado.
Además, están en fase de tramitación otros programas, no incluidos en principio en el nuevo ciclo inversor, como los dos nuevos BAM con capacidades antisubmarinas de la Armada o el futuro Vehículo de Apoyo de Cadenas (VAC)
del Ejército de Tierra, la compra de un nuevo lote de misiles Mistral 3 o la modernización de las baterías antiaéreas Nasams. Algunos de estos proyectos han pasado por el Consejo de Ministros los últimos meses y otros todavía tienen que recibir el visto bueno.
Este plan de compras contempla una gran variedad de proyectos. En la Armada, los helicópteros MH-60R Romeo y los nuevos hidrográficos; en el Ejército del Aire y del Espacio, los C295 de vigilancia y patrulla maritima, y el relevo de los F-18 (junto con los Harrier de la Armada); y en el Ejército de Tierra, la actualización del sistema Patriot o el lanzacohetes de alta movilidad (Silam).
Despliegue en el flanco este: Eslovaquia y Rumanía
El Gobierno elegido en las elecciones del domingo deberá concretar los compromisos alcanzados con la OTAN en la reciente cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en Vilna, la capital de Lituania. El actual presidente, Pedro Sánchez, ha anunciado un despliegue en el flanco este con la OTAN para hacer frente a la amenaza rusa que implica una nueva misión en Eslovaquia con unos 700 militares españoles y el envío de otros 200 aproximadamente a
Rumanía. La de Eslovaquia pasará a ser la operación en el exterior con más efectivos por delante de las de Letonia y Líbano e implica también un importante despliegue de medios.
En la lista de retos del próximo ministro de Defensa estarán otras cuestiones como la implementación de la nueva Estrategia Industrial de Defensa, que define una hoja de ruta para desarrollar las empresas del sector. El documento ha sido aprobado hace apenas un mes. A este respecto, habrá que seguir muy de cerca la política industrial del nuevo Gobierno en un momento en el que la figura del campeón nacional en defensa parece resurgir. Sin dejar de lado las cuestiones industriales, otro de los desafios es garantizar la presencia de la industria española en los programas de compras y de desarrollo de capacidades que está lanzado la Unión Europea.
Desde el punto de vista del personal, las asociaciones que representan al colectivo militar demandan avances en la subida de las retribuciones y en cuestiones como la conciliación, pero, sin duda, el tema que seguro volverá a la palestra será la jubilación forzosa de los militares de tropa y marinería a los 45 años, una cuestión enquistada que ningún Gobierno ha logrado resolver completamente por el momento.